Te has dado de alta como autónomo, el primer mes ha sido un caos, facturas por aquí y allá, proveedores, llamadas, bases de datos y… ¡¿ahora impuestos?!

Y ahora ponte a ordenar facturas, reclama más de una porque te dieron un ticket, ¿no valen los tickets?, OH MY GOD!!!

Relax, son tus primeros impuestos, y tengas o no una gestoría que te lo lleve todo, puedes llevar las riendas de tus finanzas sin problemas

Te damos 3 tips para que no pierdas la cabeza:

  1. Ten una cuenta bancaria SOLO para tu negocio.

No mezcles la hipoteca con proveedores ni la guardería con la cuota de autónomos. Cada cosa a su cuenta, así no caerás en la tentación de autofinanciarte con tus propios ingresos.

  1. Haz una previsión de tus impuestos ¡anticípate!

El IVA, súper sencillo, es la diferencia entre el IVA que te aplican cuando realizas una compra y el IVA que aplicas cuando vendes. Estos cálculos son aproximados porque todas las facturas de gasto no pueden deducirse al 100%, hay excepciones y matices según tu actividad.

¿Tienes un alquiler? Pan comido. Esto se declara en el modelo 115, y sólo tienes que sumar la retención que te apliquen en la factura de cada mes ¡y listo!

Las finanzas no son complicadas, solo hay que dedicarles un poquito de tiempo, y poco a poco cada trimestre lo harás mejor.

  1. Asegúrate de los impuestos que debes incluir en tus facturas.

¿Exento de IVA? ¿4%, 10% o 21%? ¿IRPF del 7% o del 15%? La respuesta de estas preguntas depende del tipo de actividad, de tu fecha de alta como autónomo, de tus servicios, etc. 

Si quieres saber más y delegar algunas tareas a un profesional, no dudes en llamarnos y pedir presupuesto para tu caso.

Vamos a conseguir un negocio rentable y escalable ¿te animas?